«Igual que tú, yo conozco el olvido. Igual que tú, estoy dotada de memoria. Y conozco el olvido. Como tú, también yo intenté luchar con todas mis fuerzas contra el olvido. Y he olvidado, como tú.
Como tú, deseé tener una memoria inconsolable, una memoria de sombras y de piedra.
Luché por mi cuenta, con todas mis fuerzas, cada día, contra el horror de no comprender ya en absoluto el por qué de recordar. Y como tú, he olvidado.»
El problema es este: son estudiantes, son de una comunidad rural. De la misma escuela donde estudió Lucio Cabañas. Son de sangre caliente, incendiarios. Son, repito. Estudiantes. El problema es que le pudo haber pasado a cualquiera de nuestras personas cercanas.
La Universidad Iberoamericana vivió la criminalización y de ahí nació el movimiento #YoSoy132, le pasó a los estudiantes recientemente del Instituto Politécnico Nacional, a los del Tecnológico de Monterrey en algún momento, pero en estos días, todos somos susceptibles a ser criminalizados no sólo por ir a la escuela. Ser mujer, periodista, menor, migrante, ama de casa, empresario, fotógrafo, transeúnte o simplemente ser inconforme te hace vulnerable ante los acontecimientos violentos del día a día.
Es que acaso ya llegamos al momento en donde debes voltear a tu lado y apreciar a la persona que está estudiando contigo porque no sabes qué día ya no va a regresar, no sabrás donde está, las autoridades te evadirán, te dirán que esperes, inventarán excusas, te darán diferentes versiones y al final…
Un día, leyendo las historias y las causas del por qué de estos estudiantes desaparecidos, platicaba con mi madre y pensé cómo estaría ella si yo estuviera desaparecida bajo esas circunstancias. Pensé en que estaría con el corazón roto e inconsolable y entonces imaginé a las madres de los 43 estudiantes desaparecidos, en las madres de los 8 mil desaparecidos que van del sexenio de Peña Nieto más los casi 25 mil de la guerra de Felipe Calderón y pensé en qué fuerzas las acompañan en su búsqueda semana tras semana.
¿Quién toma la facultad de desaparecer a los hijos de estas madres?
Des a pa re ci do, ni siquiera tiene sentido, ¿cómo es posible? ¿Dónde están estas personas?
A quienes creen que marchar es ingrato, no deja nada, que no ayuda en nada, tampoco lo hacen las autoridades, pero, me gusta pensar que a veces, ver a tantas personas reunidas en cientos de lugares del mundo por 43 personitas le puede dar esa fuerza que a mí me gustaría que acompañara a mi madre, si me tuviera que buscar.
Y como dice la canción «Rebellion (Lies)» de Arcade Fire: «Sleeping is giving in, so lift those heavy eyelids.» Dormirse es ceder, así que levanta esos pesados párpados. Despertemos.
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No es una coincidencia que las mariposas monarca hayan dejado de venir a México, mientras que el país está prácticamente en fuego. Están muriendo más de lo que debería, desaparecen estas frágiles criaturas que no llegan hasta México que dejó de ser un lugar que pueda albergar cosas hermosas.
Ellas ni siquiera conocen las fronteras ¿por qué habrían de hacerlo? No les importa si están en Canadá, si sobre vuelan Estados Unidos y si se quedan en México. Las mariposas sólo vuelan, se reproducen, migran, hibernan y mueren. Y de todos los lugares en el mundo, escogen México.
¿Pueden culparlas? Déjenme decirles algo sobre las mariposas Monarca: son una especie seria. Resiste un viaje de 4 mil kilómetros desde Canadá, hasta México. Algunas aparecieron hasta Inglaterra.
Es decir, estos increíbles insectos que vuelan con sus increíbles colores, son de las especies de su tipo que más llegan a vivir, mientras que otros insectos u otro tipo de mariposas logran vivir entre horas y 4 días, las mariposas Monarca viven casi 9 meses. No sorprende que sean de la realeza.
Los estudiantes mexicanos, como las mariposas Monarca, son los más fuertes de su tipo también. Latinoamérica ha tenido esta larga historia de constante represión a los movimientos estudiantiles, casi tan larga como aquella canción de la cantante chilena Violeta Parra «Me gustan los estudiantes».
Una canción de protesta que relata la fortaleza, la libertad, la evolución y la adptación de los movimientos de estudiantes en el continente. Pero más ellos han de vivir, que intentar sobrevivir, a diferencia de las mariposas.
Ahora, con este suceso insoportable en México, se perdieron 43 estudiantes (llega el 40 por ciento menos de mariposas), nadie sabe dónde están (Monsanto, tala ilegal). Es uno de los sucesos más trágicos que le ha sucedido al país (desde 1993 no se registraba un número tan bajo de migración), y aún así todo se debe a la falta de consciencia y el exceso de impunidad que reina en el país.
Es mentira cuando dicen que Peña Nieto salvará a México, cuando las noticias enaltecen las Reformas Estructurales que propuso Enrique Peña Nieto junto con el PRI y fueron aprobadas por los políticos que dicen representar a la sociedad mexicana. Que nadie crea si dicen que el asunto del narco se terminó porque es peor que nunca: llegaron al poder, al Congreso, a las fuerzas policiacas, a los partidos políticos.
¿Por qué alguien creería esto, cuando ni siquiera han podido lograr conservar a un ser tan diminuto como lo son las mariposas? ¿Por qué lo creerían si menos lo han hecho con estudiantes? Podrían creer, por ejemplo, en la juventud: «Son químicos y doctores, cirujanos y dentistas. Caramba y zamba la cosa, vivan los especialistas», dice la canción chilena.
Un estudio reciente descubrió qué es lo que hace tan diferentes y resistentes a las mariposas Monarca de otras especies: es un gen especial que les ha ayudado a sobrevivir durante millones de años, ese gen se encuentra en sus alas y las hace más fuertes para volar.